Guerras Tribales

GUERRAS TRIBALES

La Gamificación está de moda en el ámbito empresarial y educativo. Pero para vos no es un fenómeno nuevo. Es probable que hayas formado parte de este juego en red: Tribal Wars en el cual invertiste noches sin dormir para que no te tomen por sorpresa. Si no lo conocés te comento que transcurre en la Edad Media, una época en la cual no existían grandes ciudades y donde los señores feudales, aun regidos por un rey o reina, intentaban mantener y expandir su territorio y riquezas a expensas de propios y ajenos. Sus castillos y aldeas solían estar fortificadas y la guerra y el combate formaban parte sustancial de su cotidianeidad como parte de su cultura.  Como toda actividad lúdica, Tribal Wars cuenta con una estrategia y un reglamento según los cuales se trata de crear tribus, pero también de competir por los recursos y hacer más próspera tu comunidad, generalmente, a expensas del otro.

Seguramente me dirás que era y es entretenido y que, además, la esencia del juego no dista mucho de lo que acontece hoy en día en el siglo XXI, sobre todo, a nivel empresarial y especialmente en el plano intraorganizacional. Por lo tanto, un cable a tierra para descargar tensiones.

Las organizaciones se enfrentan hoy a su propia Edad Media: los silos organizacionales o los reinos de taifas (como dirían en España) son los que operan como barreras de una gestión cada vez más transversal.

Si bien Peter Turchin plantea que fue la competencia y el conflicto entre grupos humanos lo que impulsó la transformación de pequeñas bandas de cazadores nómades en grandes Naciones Estado, también nos aclara que lo que distingue a una sociedad verdadera de un mero grupo de individuos es la COOPERACIÓN, ya que ésta hace que personas trabajando en conjunto, produzcan bienes públicos que terminan beneficiando a toda la sociedad (si jugaste a los Sims o a la Granja, sabés que este modelo es posible).  

 

En estos últimos años nos tocó intervenir en procesos de transformación cultural que acompañan un nuevo modelo estratégico, sobre todo centrado en el cliente y, por lo general, orientado a la productividad y la efectividad sustentable. Para que la cultura no se coma a la estrategia, diseñamos un modelo de coopetición (competencia y cooperación) bajo el paraguas de DEJANDO HUELLA.

Facilitamos así un espacio nuevo enfocado en resultados diferentes a través de prácticas y comportamientos que se transformen en un hábito en la organización. Las diferentes tribus (áreas funcionales o unidades de negocio) descubren que tienen un propósito común, que pueden cocrear y que el verdadero “enemigo” está fuera y no dentro de su organización.

El reto no es sencillo. Tal como plantea Edgar Schein “Las culturas son respuestas que ha aprendido el grupo ante sus problemas de subsistencia en su medio externo, y ante sus problemas de integración interna”.

 

¿Cómo está tu organización? ¿Es una tribu, un feudo de la Edad Media o te sentís parte de una sociedad del siglo XXI donde todo fluye?

 

Algunos consejos para salir del oscurantismo:

 

  • Generá el sentido de urgencia para el cambio de paradigma organizacional.
  • Identificá un asunto, un tema, que requiera pasar de un problema a una solución.
  • Trabajá con los gerentes como sponsors y los niveles medios y operativos como sujetos de aprendizaje. ¡Empoderalos!
  • Creá un espacio interdisciplinario y horizontal en el cual las jerarquías queden de lado.
  • Planteá un objetivo atado a un incentivo centrado en el impacto en las metas de la organización/negocio.

 

Si te interesa conocer más acerca de DEJANDO HUELLA, comunícate con nosotros.

 

Adrian Büchner, Ph.D.

Experience Director, Compass

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